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Un viejo articulo

domingo, 23 de septiembre de 2007

Nosotros no estuvimos en la Guerra Civil, ni en mayo del 68, ni
corrimos
delante de los grises, no votamos la Constitución y nuestra memoria
histórica comienza con las olimpiadas del 92.

Aunque no no nacimos en una dictadura, siempre hemos tenido una
conciencia
democrática y la serie Cuéntame nos parece que es una mierda y que hace
apología del franquismo.

Por no vivir activamente la Transición se nos dice que no tenemos
ideales y
sabemos de política más que nuestros padres y de lo que nunca sabrán
nuestros hermanos pequeños y descendientes.

Somos la última generación que hemos aprendido a jugar en la calle a
las
chapas, la peonza, las canicas, la comba, la goma o el rescate y, a la
vez,
somos la primera que hemos jugado a videojuegos, hemos ido a parques de
atracciones o visto dibujos animados en color.

Los Reyes Magos no siempre nos traían lo que pedíamos, pero oíamos (y
seguimos oyendo) que lo hemos tenido todo, a pesar de que los que
vinieron

después de nosotros sí lo tienen realmente y nadie se lo dice.

Se nos ha etiquetado de generación X y tuvimos que tragarnos bodrios
como
Reality Bites, Melose place o Sensación de vivir (te gustaron en su
momento,
vuélvelas a ver, verás que chasco).

Lloramos con la muerte de Chanquete, con la puta madre de Marco que no
aparecía, con las putadas de la Señorita Rottenmayer; nuestra primera
canción del verano fue “Los Pajaritos” (1981).

Somos una generación que hemos visto a Maradona hacer campaña contra la
droga, que nos reímos de un anuncio que decía que si el Madrid era otra
vez
campeón de Europa, que durante un tiempo tuvimos al baloncesto como el
primero de los deportes.

Hemos vestido vaqueros de campana, de pitillo, de pata de elefante y
con la
costura torcida; nuestro primer chándal era azul marino con franjas
blancas
en la manga y nuestras primeras zapatillas de marca las tuvimos pasados
los
10 años.

Entramos al colegio cuando el 1 de noviembre era el día de Todos los
Santos
y no Halloween, cuando todavía se podía repetir curso, los ultimos en
hacer
bup y cou, los pioneros de la E.S.O.

Somos los primeros en incorporarnos a trabajar a través de una ETT y
los que
no les cuesta un duro echarnos del curro.

Siempre nos recuerdan acontecimientos de antes que naciéramos, como si
hubiéramos vivido nada histórico.

Nosotros hemos aprendido lo que era el terrorismo contando chistes de
Irene
Villa, vimos caer el muro de Berlín y a Boris Yelsin borracho tocarle
el
culo a una secretaria; los de nuestra generación fueron a la guerra
(Bosnia,
etc.) cosa que nuestros padres no hicieron; gritamos OTAN no, bases
fuera,
sin saber muy bien qué significaba y nos enteramos de golpe un 11 de
septiembre.

Aprendimos a programar el video antes que nadie, jugamos con el
Spectrum,odiamos a Bill Gates, vimos a Perico Delgado anunciar los
primeros
móviles y creímos que Internet sería un mundo libre.

Somos la generación de Espinete, Don Pimpón y Chema, el panadero
farlopero.
Quién diría entonces que años más tarde, con España integrada en la UE,
aquella niña morena habría de enseñarnos sus vergüenzas (Ruth Gabriel).

Los q recordamos a Enrique del Pozo cantando con Ana (abuelito dime
tu…)
Los del incomparable “Planeador abajo” de Mazinger Z, los de Ulises 31
y
Comando G (que nunca acabó de gustar a nadie) Somos la generación que
fuimos
al cine a ver las películas de Parchís, y que durante años creímos que
el de
rojo (como quien dice el de en medio de los Chichos ) era Enrique
Búmbury.

Los que crecieron escuchando a Europe y a ese grupete de imitadores
queles
salió, unos tal Bon Jovi. Los de la explosión del Challenger, la
cantada de
Arkonada, Los mundos de Yupi y las pesetas rubias.

Nos emocionamos con Superman, ET o En busca del Arca Perdida.

Comiamos Phosquitos y los Tigretones eran lo mejor, aunque aquello que
empezaba (o algo llamado Bollycao) no estaba del todo mal.

Somos la generación del Tocata, La Bola de Cristal (solo no puedes, con
amigos sí), el Follow Me, “El coche fantastico”, “Oliver y Benjí”, “la
abeja
maya”,El hipnótico “Planeta Imaginario”, Los Toreros Muertos, La
Orquesta
Mondragón, el abrazafarolas del Butano y el Misissipi de Pepe Navarro
con su
inimitable Pepelu.

La generación de la quinta del buitre, de Hugo Sánchez, de Biriukov,
Del
Corral, Corbalán, Romay y que nos traumatizamos con las muertes de
Fernando
Martín y Petrovic (¿quién coño juega hoy en el Madrid de baloncesto?).

El 600 era el utilitario normal, el 124 un coche familiar y el 131 una
berlina de lujo. El 23F nos pareció un buen día porque no hubo clase y
ponían películas por la tele.

Nuestro grito de guerra fue “Tigres, Leones, todos quieren ser los
campeones” “como estan ustedes” y escubrimos a las mujeres gracias a
tirantes de una tal Miriam Diaz Aroca. La generacion que se cansó de
ver las
mamachichos.

La generación a la que le entra la risa floja cada vez que tratan de
vendernos que España es favorita para un mundial.

La última generacion que veia a su padre poner la baca del coche hasta
el
culo de maletas para ir de vacaciones.

La última generación de las litronas y los porros, y qué coño, la
última
generación cuerda que ha habido.

La verdad es que no sé cómo hemos podido sobrevivir a nuestra
infancia!!!!
Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos en la España de antes:
Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin
sillitas especiales y sin air-bag, hacíamos viajes de 10-12h con cinco
personas en un 600 o en un Renault 4 y no sufríamos el síndrome de la
clase
turista.

No tuvimos puertas con protecciones,armarios o frascos de medicinas con
tapa
a prueba de niños.

Andábamos en bicicleta sin casco, ni protectores para rodillas ni
codos.

Los columpios eran de metal y con esquinas en pico, y jugábamos a “lo
que
hace la madre hacen los hijos”, esto es a ver quien era el mas bestia.

Pasábamos horas construyendo nuestros “vehículos” con trozos de
rodamientos
para bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que nos
habíamos
olvidado de los frenos. Después de chocar con algún árbol, aprendimos a
resolver el problema.

Jugábamos a “churro va” y al pañuelo y nadie sufrió hernias ni
dislocaciones
vertebrales. Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y
solo
volvíamos cuando se encendían las luces de la calle.

Nadie podía localizarnos.

Eso si nos buscábamos maderas en los contenedores o donde fuera y
hacíamos
una caseta para pasar alli el rato. No había móviles. Nos rompíamos los
huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los
culpables.
Nos abríamos la cabeza jugando a guerra de piedras y no pasaba nada,
eran
cosas de niños y se curaban con mercromina (roja) y unos puntos y al
día
siguiente todos contentos. La mitad de los compañeros de clase tenía la
barbilla rota o algún diente mellado, o alguna pedrada en la cabeza…

Tuvimos peleas y nos partíamos la cara unos a otros y aprendimos a
superarlo. Íbamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido
en una
mochila que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos,
ruedas!!!

Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si acaso
alguno
era gordo y punto.

Estábamos siempre al aire libre, corriendo y jugando. Compartimos
botellas
de refrescos y nadie se contagio de nada. Sólo nos contagiábamos los
piojos
en el cole. Cosa que nuestras madres arreglaban lavándonos la cabeza
con
vinagre caliente.

No tuvimos Playstations, Nintendo 64, vídeo juegos, 99 canales de
televisión, sonido surround, móviles, ordenadores e Internet, pero nos
lo
pasábamos de lo lindo tirándonos globos llenos de agua y arrastrandonos
por
los suelos destrozando la ropa.

Nosotros si tuvimos amigos. Quedábamos con ellos y salíamos. O ni
siquiera
quedábamos, salíamos a la calle y allí nos encontrábamos y jugábamos a
las
chapas, a la peonza, a las canicas, a la lima, al rescate…,en fin
tecnología punta… Íbamos en bici o andando hasta su casa y llamábamos
a la
puerta.

Imagínense!, sin pedir permiso a los padres, ¡nosotros solos, allá
fuera, en
el mundo cruel! !Sin ningún responsable! ¿Cómo lo conseguimos?
Hicimos juegos con palos, botellas y balones de fútbol improvisados, y
comimos pipas y, aunque nos dijeronque pasaría, nunca nos crecieron en
la
tripa ni tuvieron que operarnos para sacarlas.

Bebíamos agua directamente del grifo de las fuentes de los parques,
agua sin
embotellar, donde chupaban los perros!!! Íbamos a cazar lagartijas y
pájaros
con la ,escopeta de perdigones o con el tirawebos, antes de ser mayores
de
edad y sin adultos, DIOS MÍO!!

En los juegos de la escuela, no todos participaban en los equipos. Los
que
no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la decepción.

Algunos estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repitieron
curso.
¡Que horror, no inventaban exámenes extra!

Y ligábamos con las chicas persiguiéndolas para tocarlas el culo y
jugando a
beso, verdad y atrevimiento, no en un chat diciendo :) :D :P
Éramos responsables de nuestras acciones y arreábamos con las
consecuencias.

No había nadie para resolver eso. La idea de un padre protegiéndonos,
si
trasgredíamos alguna ley, era inadmisible, si acaso nos soltaban un
guantazo
o un zapatillazo y te callabas. Tuvimos libertad, fracaso, éxito y
responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello.

Tú eres uno de ellos?? ¡Enhorabuena! Pasa esto a otros que tuvieron la
suerte de crecer como niños, antes de que todos estos niñatos que hay
ahora
que se creen algo y no tienen respeto ni educacion a nadie) destrocen
el
mundo en el que vivimos.
Un saludo a todos! cuidaros y que os vaya bien!!

editado por Capis


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